James Petras responde a Fidel Castro:

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Fidel Castro los acusó en “Los superrevolucionarios” (Cubadebate) de “envenenar” el intercambio intelectual, de apoyar el neoliberalismo y de otros “delitos de pensamiento” parecidos [2]. Los acusó de “pretender ser amigos de la revolución” mientras que al mismo tiempo la difamaban. Según su lógica (repetida luego como un papagayo por Pablo González Casanova en dos artículos consecutivos, “Cuba y un hombre perverso I” y “Cuba y un hombre perverso II” (La Jornada) [3,4]), la revolución avanza siempre de manera lineal, siempre adelante y sin contradicciones, apoyada por personas capaces de sacrificar sin descanso sus necesidades básicas. De acuerdo con esta lógica, quien niegue dicha linealidad y señale contradicciones y retos internos cae en manos de la contrarrevolución.

La dura polémica de Fidel adolece de graves defectos. El primero y principal, su denuncia de Petras y Abaya como “superrevolucionarios, “neoliberales” y “venenosos” podría considerarse como una amenaza a cualquiera que tome parte en el profundo debate que está teniendo lugar en la Cuba de hoy.

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Decenas de miles de cubanos están aprovechando la nueva apertura de Raúl para implicarse en una crítica constructiva, que a veces va mucho más lejos que la de Petras y Abaya. En segundo lugar, la inferencia que hace Fidel de un apoyo infinito a la revolución refleja un grado de voluntarismo que no se corresponde con la realidad: la mayoría de los cubanos están cansados de esperar, las parejas casadas aguantan mal el verse incluidas durante décadas en listas de espera para acceder a un apartamento decente y un aumento salarial; tampoco aprecian el verse en la obligación de aguardar hasta fin de mes para recibir el salario y poder comprar alimentos de calidad en el mercado libre; o de hacer cola para subir en el abarrotado transporte público. En la vida real hay límites en la espera de mejoras básicas, incluso entre las personas más revolucionarias.

La incongruencia de la polémica política de Fidel y González Casanova es más que evidente en su uso de invectivas personales: cuanto más vacía es la argumentación, más duros son los ataques ad hominem.

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http://www.rebelion.org/noticia.php?id=56323

Ya lo leí. repite lo mismo cada dos párrafos, pero y las soluciones a las críticas?! Lo que hacen muchos:,criticar, pero bañarse en Varadero con putas, y no cortan caña, ni trabajan en la micro, ni dan un centavo en hospitales....

.... y la fórmula-solución de Petras, para que el pueblo cubano tenga un apartamento por cada núcleo familiar!
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