Bitácora Cubana, 10 de enero de 2007 - La Habana - (Reuters)

El número de presos políticos en Cuba cayó de 316 a 283 en el segundo semestre del 2006, el período desde que el líder Fidel Castro transfirió el poder a su hermano Raúl a raíz de una enfermedad no revelada, dijo el martes la Comisión Cubana de Derechos Humanos.

El grupo, ilegal pero tolerado por el gobierno comunista de la isla, señaló, sin embargo, que la disminución obedece sólo a un cambio de táctica represiva por parte de las autoridades.

"Es evidente que el gobierno está sustituyendo su estrategia de represión política basada en largas condenas de cárcel por otras acciones represivas de menor intensidad," dijo la organización en su informe semestral.

Entre las nuevas tácticas mencionadas por la Comisión figuran las detenciones breves, las amenazas, el acoso y la vigilancia policial de los disidentes.

El grupo dijo que nada más ha cambiado desde que Fidel Castro, de 80 años, delegó el poder el 31 de julio del 2006 en su hermano Raúl, un general de 75.

"El gobierno de Cuba continúa violando todos y cada uno de los derechos civiles, políticos y económicos," añadió.

"Lo más inquietante (...) es que la situación de derechos humanos a corto plazo se mantendrá negativamente estacionaria o pudiera empeorar, a menos que ocurra un verdadero milagro político en Cuba," indicó el informe.

El grupo, que basa sus estadísticas en datos no oficiales, había reportado 333 presos políticos a fines del 2005.

Según la Comisión, en el segundo semestre del 2006 fueron liberados anticipadamente siete presos políticos como el prominente disidente Héctor Palacios, excarcelado por razones de salud.

Sin embargo, siguen tras las rejas 78 presos de conciencia "adoptados" por Amnistía Internacional, dijo el grupo.

"Representa la cifra más alta del mundo en cuanto a esa categoría de presos de opinión, que incluye a dos docenas de periodistas y corresponsales independientes," dijo.

El gobierno cubano considera a los disidentes políticos como el presidente de la Comisión, Elizardo Sánchez, "mercenarios" a sueldo de su archienemigo Estados Unidos.

La salida de escena de Fidel Castro no provocó la debacle del sistema socialista cubano, como había pronosticado Washington.

Raúl Castro ha reforzado el papel del Partido Comunista y mantenido la línea trazada por su hermano. Sus funcionarios dejaron claro que tras la desaparición de Fidel Castro no habrá "sucesión" sino "continuidad" en la isla.

La Comisión dijo que el control social en Cuba es "enorme" y no existen condiciones para que la sociedad presione al gobierno en pos de reformas.

El grupo señaló además que las condiciones en las prisiones de Cuba son "inhumanas" y "degradantes," y subrayó que el gobierno se niega a aceptar inspecciones de organismos internacionales a sus cárceles.

"Esta resistencia la atribuimos al hecho de que el gobierno sabe que tiene mucho que ocultar," indicó.

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Dirk
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