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Myriam Mosquera - No sabemos de quien -en funciones de gobierno- partió la idea absurda de acusar al simpático arbolito de Navidad, de ser un agente del imperialismo norteamericano a quien hay que erradicar de las oficinas públicas como símbolo de nuestras costumbres de fin de año, para conmemorar el nacimiento del Niño Jesús.
Además de dejar a un lado las costumbres de los venezolanos, estos funcionarios de marras, dejaron al descubierto su crasa ignorancia en materia de nuestra idiosincrasia y conocimiento de nuestras raíces históricas. Una estupidez que ya intentaron los cultores del hombre nuevo en Cuba a principios de la revolución y salieron con las tablas en la cabeza, con la creación de Don Feliciano -un mítico personaje de guayabera blanca y tabaco apretado entre los dientes- quien sustituiría al Papá Nöel, de rugosa nariz y traje rojo, del corazón de los niños cubanos porque el rollizo viejito del trineo, también era un agente del imperialismo.
Como siempre, tanto los camaradas cubanos como los venezolanos repitieron y repiten la bárbara costumbre estalinista de borrar el pasado, que en caso del Stalin arrasó con tres mil años de la historia de Rusia. En desmedro de los ignorantes camaradas cubanos y venezolanos, ellos han sido menos imaginativos en su afán de destrucción y todavía no han hundido a Cuba ni han silenciado a Venezuela, por lo que se conforman con atacar al hombrecito del trineo y al inocente arbolito de Navidad acusándolos de un delito que no cometieron, porque ellos no son gringos ni tienen negocios con la CIA.
En el caso de Papa Nöel, su nombre se asocia a la esperanza en Francia y en Italia a algo que nace bajo el nombre de Natale, Weinhnacht, que en alemán es Noche Bendita y como Nöel llegó a Cuba, pero nunca en nombre del imperialismo norteamericano.
En lo que respecta a los camaradas criollos es recomendable que sepan que tanto el pino como el abeto, se tienen universalmente como el árbol emblemático de la Navidad y a nuestras tierras llegó de la mano de la Legión Británica en el fragor de la lucha por nuestra independencia. Por esos tiempos, nadie pensó jamás que sus velas titilantes emitieran mensajes antipatrióticos ni dieran vivas al imperio español, como lo hubiera sugerido para ganar puntos, de haber vivido en esa época, el reelecto diputado Pedro Carreño, el descubridor de la red de espionaje de DirecTv.
Estúpidas propuestas, que de tener algún fundamento debería envolver también a los pesebres navideños, que llegaron en los navíos con los conquistadores españoles mucho antes que el arbolito, quienes fueron denunciados por Chávez como los primeros invasores imperiales a nuestras tierras, perdonados luego de abrazar la causa de Zapatero, tan actualizada como el fósil ideológico del socialismo del siglo XXI del chavismo.