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Iván avanza hacia el canal de Yucatán, entre Cuba y México
13 de septiembre de 2004, 17h54
PINAR DEL RIO, Cuba (Reuters) - El poderoso huracán Iván, uno de los más feroces que se recuerdan en el Caribe, se fortaleció el lunes y se dirigió hacia el canal de Yucatán, entre México y Cuba.El extremo occidental de Cuba, la provincia tabaquera de Pinar del Río, se preparaba para sufrir en la tarde del lunes vientos huracanados, lluvias torrenciales e inundaciones provocadas en parte por incursiones del mar en tierra firme.
En su avance destructor por el Caribe, Iván, que de nuevo alcanzó la inusual máxima categoría de 5, ha golpeado ya Granada, Jamaica y las islas Caimán, dejando 65 muertos.
En Cuba, gobierno y habitantes, que llevaban días pendientes de la trayectoria de Iván y se habían preparado para lo peor, respiraron aliviados al ver que el ojo del feroz huracán mantenía su trayectoria hacia el oeste, esquivando la isla.
Pero la fuerza de Iván, que tiene un radio de devastación de 165 kilómetros, iba a golpear a la provincia de Pinar del Río, Publicidad donde se extremaron las precauciones para minimizar los eventuales daños y evitar la pérdida de vidas humanas.
La península mexicana de Yucatán también se preparaba para posibles vientos fuertes y comenzó a evacuar a 12.000 residentes y turistas de Isla Mujeres, un sitio turístico ubicado a 13 kilómetros de Cancún.
Los precios mundiales del petróleo subieron el lunes, mientras las petroleras que operan en el área estadounidense del Golfo de México se preparaban para hacer frente a los contratiempos causados por el paso de Iván.
La gigantesca tormenta, con vientos sostenidos que aumentaron a 260 kilómetros por hora, destruyó techos y provocó una subida del nivel del mar a su paso el domingo por las Islas Caimán, un paraíso fiscal británico de 45.000 habitantes.
Desde primeras horas del lunes, comenzaron en el oeste de Cuba las intensas lluvias y los vientos con rachas superiores a los 100 km por hora, tumbando árboles y señales de tráfico.
"Por suerte nos hemos librado del ojo, pero la provincia se va a ver muy afectada, habrá daños en viviendas y en la infraestructura tabaquera", dijo Luis Alberto Díaz, ingeniero de la Dirección General de Planificación Física en Pinar del Río. En los municipios cubanos más cercanos al canal de Yucatán, como el de Sandino, ya no había luz eléctrica.
Casi 200.000 residentes fueron evacuados en esta provincia - en todo el país la cifra de evacuados superó el millón de personas - principalmente en zonas costeras del sur, donde las altas olas van a producir graves inundaciones.
Algunos municipios como el pueblo pesquero de La Coloma fueron evacuados en su totalidad y sus habitantes abandonaron sus casas llevándose sus escasas pertenencias.
Por las carreteras provinciales se podían ver tanquetas anfibias rusas que llegaron para ayudar en labores de emergencia. El presidente Fidel Castro se desplazó al Puesto de Dirección contra Catástrofes de Pinar del Río.
Para minimizar los daños a la industria tabaquera, vital en esta provincia, se tomaron medidas de protección de las valiosas hojas de tabaco y de las casas de curación.
"Si este ciclón nos coge por el centro nos acaba. Tremenda suerte tuvimos", dijo Julio Pérez, campesino pinareño.
ALIVIO EN LA HABANA
En la ciudad de La Habana, que habría sufrido muchísimo con un embate directo del huracán, sus habitantes experimentaban un enorme alivio al lunes al ver que Iván se alejaba hacia el oeste.
"Ay, que tranquilidad, esto parece un milagro que se haya ido por fin por Yucatán", dijo Nadelin González, un ama de casa del oeste de La Habana, que había cubierto sus ventanas completamente con tablones de madera.
A pesar de que el peligro se alejaba de La Habana, las calles de esta ciudad, cuyas casas coloniales en precario estado de conservación difícilmente hubieran resistido un huracán, estaban prácticamente desiertas.
La Habana, al igual que Pinar del Río, se había preparado para lo peor. Siguiendo instrucciones de las autoridades, que pusieron en marcha un impresionante operativo de emergencia en todo el país, los habitantes habían protegido sus casas y muchos habían sido evacuados a lugares seguros.
/Por Nelson Acosta/ *.
