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Deja dos muertos un frustrado intento de secuestro en Cuba
WILFREDO CANCIO ISLA
E Nuevo Herald
GREGORY BULL / AP
UN CARTEL de "se busca" colocado en una tienda muestra las fotografías de los 3 reclutas sospechosos del secuestro.El tiroteo protagonizado ayer entre fuerzas policiales y dos jóvenes reclutas que intentaron apoderarse de un avión en La Habana para escapar a Estados Unidos fue el dramático desenlace de una deserción que dejó dos militares muertos y otro herido, según confirmaron las autoridades cubanas.
Una nota del Ministerio del Interior (MININT) transmitida anoche por el noticiero de la Televisión Cubana calificó de ''acto terrorista'' el intento de secuestro perpetrado la madrugada del jueves por dos soldados fugitivos del Servicio Militar, quienes causaron la muerte del teniente coronel Víctor Ibo Acuña Velázquez.
Los asaltantes fueron finalmente neutralizados y capturados durante el operativo policial que frustró el secuestro de la aeronave, ubicada sobre la pista de la terminal de vuelos domésticos del Aeropuerto Internacional ``José Martí''.
La declaración indicó que en el momento de la fuga de una unidad militar, el pasado 29 de abril, los dos asaltantes y un tercer desertor habían dado muerte al soldado Yoendris Gutiérrez Hernández, quien actuaba como centinela, e hirieron a otro recluta para apropiarse de fusiles AK-47.
Aunque el comunicado no precisó datos sobre el lugar, la acción se produjo en la unidad militar 1448, situada en Managua. La unidad de Managua, a 25 kilómetros de la capital, es considerada la mayor división motorizada (tanques) del Ejército cubano y está subordinada directamente a las órdenes del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas (FAR).
Las primeras informaciones sobre el incidente comenzaron a circular desde la mañana del jueves a partir de reportes de trabajadores del aeropuerto y vecinos del lugar, pero no fue hasta la noche que el gobierno dio la versión oficial de lo ocurrido.
Inicialmente los testimonios mencionaron la participación de los tres desertores en la acción armada y la muerte de uno de ellos en el tiroteo. La confusión se generó luego de conocerse una circular urgente de la dirección de Contrainteligencia Militar, la cual divulgó las fotos y nombres de los reclutas.
Según el impreso oficial, los jóvenes desertores se nombran Alain Forbus Lameru, de 19 años; Yoan Torres Martínez, de 21; y Leandro Cerezo Sirut, de 19; todos naturales de Camagüey y calificados como ``sujetos peligrosos con tenencia de armas de fuego''.
Desde el fin de semana la circular fue entregada a choferes de ómnibus urbanos e interprovinciales, y colocada en instituciones públicas, centros de trabajo y puntos de seguridad en la capital y el interior del país.
La fuga de los jóvenes soldados desató un gigantesco operativo militar a lo largo de ocho provincias, desde La Habana hasta Camagüey, con la participación de miles de efectivos de las FAR y el MININT.
''La autopista [nacional] Ocho Vías estaba prácticamente militarizada el lunes cuando vine de La Habana'', relató un profesor residente en la ciudad de Sancti Spíritus, al centro de la isla. ``En más de diez ocasiones, policías y militares con armas largas detuvieron y requisaron el carro donde viajaba''.
Uno de los desertores fue capturado con anterioridad a la acción del aeropuerto, aunque no se precisó su nombre ni la fecha del arresto. La nota oficial asegura que el joven arrestado reveló a las autoridades el propósito del trío de abandonar ilegalmente el país.
''Fue una verdadera cacería humana que incluyó el control de la autopista nacional y carreteras interprovinciales, y decenas de detenciones para interrogar a personas totalmente ajenas a los hechos'', relató el activista disidente Elizardo Sánchez desde La Habana. ``Indiscutiblemente, lo sucedido revela impericia en las fuerzas de seguridad gubernamental y cierto descontrol sobre los armamentos en las unidades militares''.
Según testimonios de vecinos y periodistas independientes, el incidente sacudió las inmediaciones del aeropuerto desde las primeras horas del día.
''Escuchamos una balacera y se dispararon las alarmas alrededor de las 4 de la madrugada'', dijo por vía telefónica un residente de la barriada de Rancho Boyeros que pidió anonimato. ``Estamos todos muy nerviosos en mi casa''.
Todo sucedió vertiginosamente. La información gubernamental señala que los dos reclutas secuestraron un ómnibus de transporte urbano, tomaron como rehenes a varios pasajeros e irrumpieron con el vehículo en la Terminal No. 1 de vuelos nacionales para penetrar en un avión Boeing-737 que estaba estacionado en la pista, sin tripulantes ni pasajeros.
Extraoficialmente trascendió que el avión pertenece a la compañía española Hola Airlines y realiza con frecuencia vuelos fletados entre La Habana y Miami. El periodista independiente Roberto Santana indicó que el autobús robado cubría la ruta entre los municipios habaneros Santiago de las Vegas y Cotorro.
''Una vez dentro de la aeronave, los asesinos dieron muerte a uno de los rehenes, el teniente coronel de las FAR Víctor Ibo Acuña Velázquez, quien pese a estar desarmado intentó heroicamente evitar que se cometiera el acto terrorista'', indicó el comunicado, que culpó al gobierno de Estados Unidos y a la Ley de Ajuste Cubano por alentar estas ``acciones vandálicas y criminales''.
Sánchez manifestó que ``desde un primer momento las autoridades gubernamentales controlaron a las familias de los desertores e incluso las movilizaron hasta el aeropuerto para disuadir a los asaltantes, aunque sin éxito''.
El Código Penal cubano --vigente desde 1987-- excluye de la sentencia a muerte a los menores de 20 años, de manera que sólo uno de los desertores podría encarar la pena capital bajo cargos de sedición y asesinato.
El incidente se produce apenas cinco días después del secuestro de una embarcación pesquera que fue desviada desde Isla de la Juventud rumbo a Cancún, México, con un grupo de 16 cubanos a bordo. Dos pescadores fueron tomados rehenes por los secuestradores, que escaparon de las autoridades mexicanas y se encuentran fugitivos.
El pasado diciembre, tres jóvenes del Servicio Militar protagonizaron una revuelta en el Penal de El Manguito, en la provincia de Santiago de Cuba, y huyeron del lugar después de dar muerte a dos oficiales. Los fugitivos fueron arrestados tras una intensa operación militar en la zona y podrían afrontar la pena de muerte.
El último intento de secuestro de un avión en Cuba se remonta al 10 de abril del 2003, cuando ocho hombres pretendieron viajar desde Nueva Gerona, en la Isla de la Juventud, hacia Cayo Hueso en una avioneta AN-24 de fabricación soviética con 46 personas a bordo. Los secuestradores fueron arrestados y condenados a largas penas por un tribunal cubano.
Entre noviembre del 2002 y el primer semestre del 2003 se produjeron cuatro intentos de desvíos aéreos de Cuba a Estados Unidos, tres de ellos exitosos. Las autoridades cubanas dijeron que en esa etapa tuvieron indicios de otros 32 planes de ciudadanos cubanos para piratear aviones que no llegaron a concretarse.
