UNA REVOLUCIÓN CAMINO DE LOS 50
Los castristas dicen que en Cuba habrá sucesión, pero no transición
Nadie pone en duda que el relevo natural de Fidel será su hermano Raúl
Desde fuera el futuro se ve con incertidumbre y se descarta el retiro voluntario del líder.
Los cubanos quieren cambios, según la primera encuesta hecha en la isla
La oposición interna apuesta por la evolución del régimen más que por la ruptura
Autor de la imagen: JOSÉ GOITIA/ZOILA AMELIA Publicidad (Firma: Julio A. Fariñas)
?espués del velorio, ¿qué? Esta es la pregunta obligada que primero se le viene a uno a la mente tras asomarse a la realidad cotidiana de la Cuba que dirige desde hace casi medio siglo el comandante Fidel Castro Ruz.
Los del aparato ya no rehúyen ni se molestan cuando uno plantea esa cuestión: sentimentalmente lo vamos a echar mucho de menos, pero políticamente aquí no va a pesar nada porque el país se viene preparando desde hace tiempo para ese momento. Oficialmente ya está decidido que el puesto de Fidel será ocupado por su hermano Raúl, jefe de las Fuerzas Armadas y segundo secretario del Partido Comunista de Cuba. Es muy poco probable un retiro voluntario de Castro en vida.
De hecho, Raúl Castro, según algunos observadores, ya está actuando como si la sucesión hubiera ocurrido. El hermano de Fidel cuenta con el apoyo incondicional de las Fuerzas Armadas que constituyen uno de los tres pilares básicos del régimen junto con el Partido Comunista y del aparato de seguridad. Los analistas señalan que las Fuerzas Armadas son una creación de los hermanos Castro, han desarrollado un gran profesionalismo y están completamente integradas en el sistema político y juegan un papel importante en el control de la economía. De hecho, el 65% de las grandes industrias y empresas están en manos de oficiales militares en activo o retirados.
Presidente civil
Pero Raúl Castro no tiene el carisma de Fidel y un régimen hereditario nunca va a estar bien visto a nivel internacional y menos por el poderoso vecino del norte. Por eso se da como bastante probable la hipótesis de que Raúl admita un liderazgo colectivo y deje la presidencia en manos de un civil, para reservarse el control del Ejército y del partido.
Candidatos civiles a la presidencia de Cuba hay varios. Uno de los mejor posicionados es Carlos Lage Dávila, un médico oriundo de Ortigueira, de 55 años, que en la actualidad es el vicepresidente tercero y secretario del Consejo de Ministros.
Pero no es el único perfil para el puesto. Entre los principales competidores tiene a Felipe Pérez Roque, actual ministro de Relaciones Exteriores; a Carlos Valenciaga, secretario personal de Fidel; a Julio Martínez, secretario general de la Unión de Juventudes Comunistas, y a Otto Rivero, jefe del Batallón de Ideas, que en la práctica ejerce funciones de superministro.
Estos personajes, según algunas fuentes, constituyen el actual núcleo duro del régimen castrista y se los conoce como Los Talibancillos.
Todo este diseño sucesorio es válido si Raúl sobrevive a Fidel y eso no está claro porque su salud es delicada.
Si Raúl muere antes, se puede venir abajo todo el esquema. Aunque eso no ocurra, no lo va a tener fácil. A pesar del crecimiento registrado el año pasado, la economía cubana sigue en una situación muy precaria. El descontento popular, el mantenimiento del orden y el aumento de la productividad laboral son algunos de sus retos más acuciantes.
Con este panorama no le va a quedar más remedio que escoger entre una vía aperturista que se le puede ir de las manos y la mano dura. Tiempo al tiempo.
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