Fecha de la nota: 24/11/2005 Quelle EFE/infobae

Un Fidel Castro tragicómico

Es el argumento de la película sobre el líder cubano, "I love Miami". Fidel llega a Miami como balsero tras sufrir un atentado organizado por su hermano, y desde la clandestinidad vuelve a Cuba para recuperar el poder

(EFE).- El argumento tragicómico es de auténtica película: Fidel Castro llega a Miami como balsero tras sufrir un atentado orquestado por su hermano y desde la clandestinidad vuelve a Cuba para recuperar el poder.

El director mexicano Alejandro González Padilla ha conseguido sorprender y generar expectación estos días en la Calle Ocho y otros lugares de Miami donde está rodando "I love Miami", su "ópera prima", en la que el español Juan Luis Galiardo tiene a su cargo el papel principal y Alina Fernández, hija de Castro, hace de sí misma.

"La política interesa menos, muy poco; me interesa el ser humano y esta película nos sirve, utilizando el vehículo de Fidel, que llega a Florida como balsero, para analizar, hablar, y exaltar la parte humana de la Cuba americana que vive aquí en a Miami", dijo a EFE el director mexicano.

"La película es divertida y emotiva, no es la comedia ligera fácil, mucho menos es una farsa y tampoco una tragedia", insistió en pleno rodaje, que durará todavía tres semanas más.

La idea de "I love Miami" surgió cuando Alejandro González Padilla fue testigo de la llegada a la costa de Florida de un grupo de balseros cubanos y pensó entonces que cualquiera de ellos podría ser el propio Fidel Castro.

La película narra la maravillosa pero penosa experiencia de ver a unos balseros cubanos llegar a Miami y el director mexicano quiere dedicar el filme a ellos: las almas anónimas de los balseros, por su heroísmo y valor.

El contrapunto de la historia es la figura de un Fidel Castro que con el rostro camuflado, parcialmente quemado en el atentado, planea su regreso a Cuba para retomar el poder.

La historia transcurre en un pequeño restaurante cubano de la Calle Ocho, llamado "El Mojito", donde Alejandro Sánchez se integra con una "familia" que le muestra la otra cara de la realidad y humanidad.

Alejandro Sánchez no es otro que una parte del nombre verdadero del líder cubano, Fidel Alejandro Castro Sánchez.

Tras encarnar al personaje español más universal, Don Quijote de la Mancha, el actor Juan Luis Galiardo se encarga de dar vida a un Fidel sorprendente que trata, como un balsero más, de pasar desapercibido en las calles de Miami.

"El personaje que voy a defender a muerte es a Alejandro Sánchez, yo no voy a defender a Fidel, que es un personaje que se defenderá ante Dios o ante el universo y la historia dirá quien es", afirma un Galiardo entusiasmado por la calidad de la película de González Padilla.

"Mi emotividad de actor se vuelca en Alejandro Sánchez, un hombre que ha perdido el poder, lo ha perdido todo y está mirando a un macromundo nuevo para él, que es la otra Cuba", insistió Galiardo.

"Vivo una permanente angustia maravillosa porque no sé como voy a acometer el personaje, estoy probando y disfrutando", agregó.

El director mexicano reconoce que todo lo relacionado con Fidel es controvertido y, por ello, "el reto de la película es hacerla humana".

"Simplemente queremos agarrar este personaje para humanizarlo", añadió.

La película, que se espera que esté lista para abril del próximo año, dibuja los diferentes matices de la sociedad cubana que vive en el exilio y presenta una curiosa visión del gobernante, lejos de su uniforme militar y del poder.

El director mexicano explica que "I love Miami" es un tragicomedia porque la vida no puede toda ser llanto.

"Pero dentro de la desgracia y la tragedia -añade- hay una sonrisa".

Junto a Galiardo actúan en la película la actriz mexicana Ofelia Medina, la venezolana y ex Miss Universo Alicia Machado, el puertorriqueño (primera generación de Menudo) Johnny Lozada, los mexicanos Jaime Camil, Fernando Carrera, el pequeño Adrián Alonso y el chileno Felipe Viel, que brindarán su gracia y salero para transmitir el sentimiento de los cubanos de Miami.

Alina Fernández, hija de Fidel Castro, también participa en el rodaje como asesora del director, además de como actriz en su papel mas difícil: el de interpretarse a sí misma.

"Es una película de emociones, que habla del perdón y lo que conlleva perdonar que es entender y a veces entendemos tanto, que nos damos cuenta que no hay nada que perdonar", puntualizó el director sobre el mensaje de su película.