WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald
Una nevera que transportaba armas automáticas, granadas y un silenciador; una caja fuerte en un apartamento de Lauderhill donde se hallaron más armas, máscaras de gas, miles de municiones y materiales explosivos; y un pasaporte guatemalteco falso despachado hasta Hialeah por una agencia de envíos rápidos, fueron las evidencias esgrimidas ayer por el gobierno de Estados Unidos contra dos exiliados anticastristas de Miami.
Un nuevo capítulo de conspiración e intrigas políticas en Miami, alimentado por la confesión de un presunto informante que emigró de Cuba hace poco tiempo, está ya en la órbita del exilio cubano.
Santiago Alvarez, de 64 años, y Osvaldo Mitat, de 63, fueron instruidos de cargos federales por posesión de armas y documentación falsa durante una audiencia de más de tres horas ante la jueza Andrea Simonton, quien rechazó la opción de fianza para ambos detenidos.
''Este tipo de armas son altamente peligrosas'', dijo Simonton, señalando los potenciales delitos como un peligro real para la comunidad.
Simonton fijó para el próximo 6 de diciembre la audiencia de encausamiento.
En apenas 48 horas, el caso ha cobrado relevancia nacional por los estrechos vínculos de Alvarez con el veterano militante anticastrista Luis Posada Carriles, a quien los gobiernos de Cuba y Venezuela reclaman por supuestas acciones de terrorismo. La detención de Alvarez fue ayer el tema del día en la radio en español de Miami, con agrios reproches de los oyentes por el comportamiento de las autoridades estadounidenses.
Durante la audiencia, la magistrada recibió una lista con más de 120 firmas de familiares, amigos y líderes comunitarios en respaldo a los acusados. Imposibilitados de acceder a la sala, unas 200 personas se congregaron desde el mediodía en el patio del tribunal a la espera de una decisión sobre el caso.
Entre los asistentes estaban el ex senador estatal Roberto Casas; José ''Pepe'' Hernández, directivo de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA); Félix Ismael Rodríguez, presidente de la Brigada 2506, y José Basulto, presidente de Hermanos al Rescate.
''Todos nos sentimos encausados hoy aquí'', expresó Basulto. ''Este es un ataque contra la comunidad exiliada y una trampa política usando los tribunales'', agregó el activista, quien participó con Alvarez en los preparativos de la invasión de Bahía de Cochinos en 1961.
El grupo de partidarios de Alvarez y Mitat se mantuvo allí hasta cerca de las 5 p.m., cuando concluyó la audiencia.
''Considero que el gobierno tiene un caso fuerte, mucho más fuerte en relación con Mitat'', aseveró Simonton.
Los abogados de ambos negaron la culpabilidad de sus clientes y discreparon de la posición del fiscal Randy Hummel sobre el peso de las evidencias presentadas.
''No hay siquiera una evidencia para establecer la posesión de armas de mi cliente'', afirmó el abogado Kendall Coffey, quien junto a su colega Ben Kuehne integra la defensa de Alvarez. ``Sólo hay una fuente anónima que afirma eso''.
El centro de la denuncia gira en torno al testimonio de una fuente confidencial, que informó sobre el traslado de la nevera repleta de armas desde Lauderhill hasta las manos de Mitat en un lugar de Miami-Dade. El informante parece ser un cercano colaborador de Alvarez, Gilberto Abascal, de 42 años, cuyo paradero era desconocido desde hacía cuatro meses.
''Abascal estaba deshabilitado por un accidente y tomaba medicamentos contra la esquizofrenia'', contó una fuente que pidió anonimato. ``Decía que agentes del FBI venían a verlo con frecuencia''.
Abascal, Alvarez y Mitat estaban entre los cinco tripulantes de la embarcación Santrina, que viajó el pasado marzo a Isla Mujeres, México. El viaje fue vinculado después por el gobierno cubano con la entrada ilegal de Posada Carriles en Estados Unidos, aunque Alvarez, Mitat y el patrón del barco, José Pujol, niegan rotundamente esa versión.
Coffey dijo que la semana entrante presentará una apelación para lograr la libertad provisional de Alvarez, quien fue detenido en su casa en la madrugada del sábado. Horas antes se había producido el arresto de Mitat.
En la declaración jurada que fundamenta los cargos contra ambos detenidos, el agente especial Chris Cappanelli testimonia que las sospechas delictivas comenzaron el 18 de octubre, cuando agentes de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBS) examinaron un envío de la agencia Federal Express destinado a Alvarez en Hialeah.
El paquete enviado desde Guatemala por un hombre llamado Fernando Valdés, contenía un ejemplar del libro de testimonios Cuba Mía, dentro del cual viajaron un pasaporte falso y una cédula de identidad, ambos emitidos en Guatemala a nombre de Alvarez; también un sobre amarillo que tenía escrito en español ``Barbero''.
El pasado viernes, un operativo federal irrumpió en las oficinas de Alvarez en el oeste de Hialeah donde se encontraron más evidencias relacionadas con el envío de FedEx.
Fue entonces que Alvarez llegó visiblemente agitado al complejo de apartamentos de Lauderhill y ordenó sacar de allí la nevera con armamentos para entregársela a Mitat, según la declaración.
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Komplize des Terroristen Posada Carriles festgenommen
