Familiares de los Cinco felicitan a madres cubanas

La Habana, 7 de mayo (AIN).- Irma Sehwerert, madre de René González, uno de los cinco cubanos prisioneros políticos en Estados Unidos, transmitió una felicitación a las cubanas por celebrarse el próximo domingo el Día de las Madres.
También en nombre de las otras madres de estos héroes, confesó lo difícil que para ellas resulta soportar en esa jornada de unificación familiar, la separación de René González, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández, quienes cumplen injustas sanciones por preservar a la Isla de acciones terroristas.
Irma dijo a la AIN que la obra de la Revolución en favor del pueblo es lo que les da fuerzas y mantiene firme la convicción de la justeza de la causa que sus hijos defienden.
Los Cinco sufren crueles condenas en cárceles estadounidenses, luego de ser víctimas de un juicio fraudulento en Miami. Ellos penetraron en La Florida a grupos extremistas cubanos para obtener información y evitar acciones terroristas organizadas desde allí contra Cuba, con la complicidad y tolerancia de la Casa Blanca.
http://www.trabajadores.co.cu/antiterroristas/home.htm

En una ocasión escuché decir a Mirtha Rodríguez, madre de Antonio Guerrero, uno los Cinco Héroes cubanos que guardan injusta prisión en los Estados Unidos: "Vivimos sintiendo que nos falta la mitad..."
Aquellas palabras aún resuenan en mis oídos, no solo por el dramatismo que encierran, sino por la verdad irrebatible que sostienen.
A esas madres, que con suprema dignidad también defienden la causa de Gerardo Hernández, René González, Ramón Labañino y Fernando González, les faltan sus hijos, les está vedado estrecharlos en su regazo y acariciarlos.
Una jueza, que tal vez tiene hijos, impuso a Los Cinco largas condenas a sabiendas del verdadero "delito" de ellos: luchar contra el terrorismo.
El sistema judicial del poderoso país del Norte se ensaña contra hombres que, al precio de sus vidas, buscaban preservar a la madre mayor: La Patria.
Las paradojas de ese gobierno empeñado en guerras "preventivas contra el eje del mal" rayan en lo absurdo.
Mantiene confinados a inocentes, mientras los terroristas andan sueltos, y el mundo conoce por estos días de las nuevas andadas de Luis Posada Carriles, asesino de marca superior, oculto en Miami con el visto bueno del presidente W. Bush.
Esas madres, esposas e hijos que viven sin su mitad exigen respeto y el cese de la burla del monstruo furtivo.
En nombre de aquellas madres que este segundo domingo de mayo no recibirán el beso ni la flor de sus hijos porque les fueron arrancados por el vil acto de sabotear una nave en pleno vuelo, de las que estuvieron a punto de perder sus sueños hace 25 años cuando provocaron un siniestro en un Círculo Infantil de La Habana...
En nombre de las madres que no vieron crecer el retoño porque el dengue hemorrágico apagó el futuro, de la progenitora de Fabio di Celmo, el joven italiano víctima de la explosión en el hotel Copacabana...
En nombre de todas, las que en cualquier lugar del mundo viven sin su mitad a causa del terrorismo...
Por esta Madre Mayor que es la Patria y desde la Paz, el clamor es fuerte y unido: justicia.
http://www.trabajadores.co.cu/antiterror...r-la-patria.htm

Yo no tengo Día de las Madres

Tenía 12 años cuando un atentado terrorista mató a su madre, Adriana Corcho. El hecho dejó huerfanos a Betina Palenzuela Corcho y a sus hermanos. El 22 de abril de 1976 el CORU, fundado por Orlando Bosch y Luis Posada Carriles, voló en pedazos la Embajada Cubana en Portugal


Amaury E. del Valle

“De golpe, me enteré que habían matado a mi mamá. Yo tenía 12 años. Estaba becada en una secundaria en Artemisa y me tocaba trabajar en el campo por las tardes. Nunca se me olvida que ese día regresamos antes, porque estaba lloviendo.
“Estando en el albergue vino una profesora para avisarme que me venían a buscar. Aquello me llamó mucho la atención, porque yo nunca salía de pase entre semana. Nunca me iban a buscar por nada. Yo vivía aquí con mis abuelos.
“Cuando bajé me esperaban dos compañeros, uno de mi papá y otro de mi mamá. En un primer momento no me dijeron nada. Ni siquiera me dieron una explicación en el carro. Evidentemente no sabían cómo hacerlo.
“Recuerdo que lo primero que supuse era que a mi abuela le había pasado algo. Era lo único que me imaginaba. Así hicimos casi todo el trayecto desde Artemisa hasta la capital, y ya entrando a la ciudad me contaron todo”.

CAYÓ HERIDA DE MUERTE
La mañana del 22 de abril de 1976 amaneció como casi todos los días en la casa de los esposos Palenzuela, Crescencio y Adriana. Ambos diplomáticos trabajaban en la Embajada cubana en Portugal. Él andaba por París en cuestiones de su profesión. Ella, después de alistar a Carlos, de 11 años, y a Jorge, de 10, se encaminó hacia el Consulado, quizá pensando en su pequeña Betina, becada allá en Cuba.
Ese día era de escaso trabajo en la oficina. En ambas plantas del edificio había pocas personas. Quizá por eso los gritos de Adriana Corcho y Efrén Monteagudo alarmaron a todos. Ambos, con ecuanimidad pero sin perder un segundo, empezaron a evacuar a la gente al detectar la presencia de un artefacto explosivo.
Ya en la calle, Adriana se percata de que falta un compañero. Intentan llamarlo por teléfono. No comunican. Efrén, en tanto, recorre otras oficinas buscando rezagados. Ella decide entrar a buscar al hombre desprevenido. La onda expansiva la alcanzó en el pasillo. Ni Adriana ni Efrén sobrevivieron al atentado terrorista.
"Yo sé que gracias a mi mamá un grupo de compañeros se salvaron de morir en la explosión, porque el artefacto desbarató todo aquello. Hubo algunos heridos, pero solo dos muertos. Cayó herida de muerte y falleció pocas horas después en el hospital.
“El atentado conmocionó no solo a Cuba, sino también a Portugal. Incluso ese mismo día había un dirigente sindical portugués cuya esposa estaba ingresada para parir, y al enterarse del sabotaje terrorista le pusieron Adriana a la niña que nació. Nosotros conocimos a esa Adriana años después, en ocasión del Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes que se celebró en Cuba en 1997.
“Desde entonces mantenemos relaciones, nos escribimos. La embajada cubana en Portugal, además de conmemorar la muerte de mi mamá este año, el día de su cumpleaños le enviaron tres rosas, en nombre mío y de mis dos hermanos”.

TERRORISTAS DEL MUNDO
(...)
http://www.jrebelde.cubaweb.cu/2005/abri...ayo-8/yono.html