Diese Email wurde mir aus Kuba weitergeleitet. Sie wurde aufgrund meiner Fragen von einem Journalisten aus Brasilien beantwortet, der mehrere bedeutende Artikel in der Lateinamerikanischen Presse veröffentlicht hat.

CUESTIONARIO PARA ALEJANDRA

Son dos mundos diferentes.

QUÉ ANÁLISIS USTED HACE DE LAS COBERTURAS PERIODÍSTICAS: LAS CUBANAS Y LAS QUE PERIODISTAS EXTRANJEROS HACEN DE CUBA.

Cualquier análisis de las coberturas de prensa debe comenzar por la esencia misma de la prensa en los países capitalistas y en Cuba, un país socialista con un concepto radicalmente diferente. En el mundo capitalista la prensa es, como regla, propiedad privada, y son los propietarios - hoy día casi siempre grandes transnacionales - quienes disponen la política editorial.

En Cuba la prensa, como los demás medios de comunicación masiva, no es ni puede ser privada: pertenece al Estado, cuya política editorial es defender la sociedad que construimos.

En ese contexto es conveniente una breve reflexión sobre la inevitable segunda pregunta: ¿hay libertad de prensa en Cuba? ¿La hay en el mundo capitalista?

En general, defender los intereses del propietario es lo que sucede en la prensa de todo el mundo, incluida Cuba. Sin embargo, el hecho de que en Cuba no se permita periodismo contra el Estado, (contra su existencia, no contra sus defectos o deficiencias, que aparecen a diario en nuestra prensa) implica, para muchos en el exterior, la inexistencia de libertad de prensa. Sin embargo, en la gran prensa mundial no se ha dicho una sola palabra sobre las injusticias cometidas en un juicio amañado contra 5 héroes cubanos hoy prisioneros en Estados Unidos, sólo porque luchaban contra la mafia que, para poner un ejemplo bien reciente, organizó un atentado contra la vida de Fidel Castro en el que, además de él, hubieran muerto miles de estudiantes panameños en ocasión de la Cumbre Iberoamericana celebrada en ese país.

Somos un país pequeño y pobre, asediado desde hace cuatro décadas por el más poderoso país del mundo y de todos los tiempos, ¡y a cada rato aparecemos como una amenaza a su seguridad nacional! Cosas de la libertad de prensa.

Yendo entonces directamente a su pregunta, y refiriéndome primero a las coberturas cubanas, debo informarle que en Cuba el periodismo es un servicio público, profesionalmente respetado como en todas partes, y donde los más destacados son casi siempre también destacados intelectuales, hombres de vasta cultura, a quienes difícilmente nadie acusaría de “mercenarios de la pluma”, a sueldo de no se sabe qué oscuros intereses totalitarios.

Dicho esto, debo decir también que falta en nuestro periodismo, como en todas partes, agudeza, talento e inteligencia para hacer interesantes las noticias, amena su lectura, en fin, lograr que los periódicos sean algo no sólo necesario, sino agradable. No cultivamos el sensacionalismo, o la “crónica social”, o la pornografía, por poner sólo algunos ejemplos, porque nuestra prensa no es una mercancía para el mercado, sino un servicio del Estado para la población.

Ahora bien, puede Ud. revisar toda la prensa revolucionaria cubana y, le aseguro, en 40 años no encontrará una sola mentira. Estoy convencido de que no podría decir lo mismo respecto a la prensa de muchos otros países del mundo, incluidos - yo diría que principalmente - nuestros principales adversarios.

En cuanto a las coberturas de periodistas extranjeros, debo decir ante todo que en Cuba radican la mayor parte de las agencias internacionales de prensa, cuyos corresponsales viven y trabajan aquí, e informan a sus diarios, muchos de ellos con objetividad y profesionalismo, aunque en no pocas ocasiones - según mi opinión personal - influidos ellos mismos por décadas de desinformación, o por precisiones de sus jefes, reflejan una realidad distorsionada, manipulada o deliberadamente falsa de nuestra realidad.

No debe, por otra parte, identificarse a los periodistas extranjeros - es el texto de su pregunta - con los órganos para los cuales trabajan. Debo decir, sinceramente, que la propia estancia durante largo tiempo en nuestro país convierte a muchos de ellos en observadores realmente objetivos de nuestra realidad. Del mismo modo, conocemos también casos que utilizan la profesión para realizar en Cuba labores que tienen poco que ver con el periodismo.

No es, finalmente, a los periodistas extranjeros a quienes debemos pedir cuentas por la desinformación existente sobre Cuba en la gran prensa mundial. Son los poderosos intereses que están detrás de esos medios los que utilizan su “libertad de prensa” contra nuestro país.

¿ACREDITA USTED QUE LOS IMPERIOS NORTEAMERICANO, BRITÁNICO Y ALIADOS PUEDEN PENSAR ALGUNA FORMA DE FORZAR UN “BLOQUEO VIRTUAL” A CUBA?

Ante todo es bueno separar al imperio norteamericano, del británico y demás aliados, respecto a sus posiciones sobre Cuba. Con Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia, España, otros países de la Unión Europea, Canadá y Japón, Cuba mantiene relaciones normales y, en algunos casos, de gran importancia para nuestro desarrollo económico. En esos países, determinadas políticas o posiciones de sus gobernantes contra Cuba no impiden el desarrollo de relaciones económicas sistemáticas, afectadas como es lógico por el bloqueo norteamericano en muchos casos, pero nunca en franca posición contra la isla.

Dicho esto, permítame considerar ahora la imposibilidad de realizar bloqueo virtual alguno contra Cuba. La propia red virtual mundial ha permitido que voces como la nuestra se escuchen gracias a INTERNET y otros singulares y modernos métodos de comunicación. Está de más decir que si los Estados Unidos hubieran podido hacerlo, no habrían perdido tanto tiempo. No sé si conoce algunos de los más retorcidos caminos del bloqueo norteamericano, pero puedo ponerle dos ejemplos: cualquier barco, de cualquier nacionalidad, que toque puerto cubano, no importa por qué motivo, está imposibilitado de tocar puerto norteamericano hasta seis meses después. Cualquier producto que contenga níquel cubano, no importa dónde se haya producido, está imposibilitado de venderse en Estados Unidos. Estos ejemplos pueden convertirse en cien, o en mil, si dispone Ud. de tiempo para leerlos.

La voz de Cuba se escucha hoy en innumerables sitios de INTERNET mediante nuestras emisoras radiales, nuestra prensa nacional y provincial (en Cuba hay l4 periódicos provinciales), y recientemente fue colocado un canal de la televisión cubana. Nadie podrá detener nuestra presencia en la “aldea global”.

ESA APERTURA - INSERCIÓN - DE CUBA EN LA “ALDEA GLOBAL”, ESE MUNDO VIRTUAL, ¿CREA O NO UNA EXPECTATIVA, O MEJOR, UN TIPO DE RECELO-MIEDO, DE QUE DE REPENTE PUEDA DARSE UNA “REVOLUCIÓN” CONTRARIA, O SEA, DE QUE LA POBLACIÓN CUBANA QUIERA EL SISTEMA CAPITALISTA?

Ante todo es bueno recordar que Cuba ya tuvo un sistema capitalista, manejado por los estadounidenses, por cerca de 60 años. Cierto es que la mayor parte de la población cubana no conoció esa época, pero siempre es bueno recordarlo, aunque sólo sea porque “los pueblos que olvidan su historia están condenados a vivirla otra vez”.

En 43 años de Revolución, no han faltado influencias de todo tipo encaminadas a convencer al pueblo cubano de que el capitalismo es mejor. No sólo influencias, también injerencias de todo tipo, desde invasiones militares, hasta miles y miles de horas de transmisión radial (que sí se oyen) y televisiva (que ni se ven ni se oyen gracias a nuestro esfuerzo), encima de leyes estadounidenses que privilegian a los cubanos que desean emigrar, pero sólo si lo hacen ilegalmente. Es bueno detenerse en este punto unos párrafos más para comprender un poco mejor por qué la amenaza virtual al socialismo cubano no es peor que otras amenazas.

Desde l966 existe una Ley del Gobierno de los Estados Unidos que permite a su servicio de inmigración recibir, aceptar y garantizar condiciones mínimas de vida a los cubanos que lleguen allí por cualquier vía ilegal, con derecho a recibir residencia permanente al año de ingresar a ese territorio, y poco después, la ciudadanía norteamericana. No han faltado connotados asesinos en el listado de personas recibidas de esa manera. Recientemente se incluyó la posibilidad de hacerlo aún con documentos falsos - lo cual no hacía falta pues de hecho ello se ha permitido en el pasado.- En oposición a esta realidad, los cubanos que van legalmente a la oficina de intereses de los Estados Unidos en Cuba a solicitar visa, son rechazados por miles sin ninguna razón. Actualmente las visas se entregan en esa oficina mayoritariamente a personas de más de 60 años, y de menor edad por razones aparentemente aleatorias, aunque un observador avisado comprenderá enseguida que no lo son tanto.

Sería bueno meditar en lo que sucediera si leyes similares fueran implantadas para México, Centroamérica o el Caribe, para hablar sólo de nuestro entorno más cercano.

Pasemos ahora a otro enfoque del problema. La Cultura e identidad cubanas, síntesis de numerosas influencias pero básicamente de las española y africana, por razones históricas y geográficas, han tenido una estrecha relación con sus pares estadounidenses. Desde la formación de nuestra nacionalidad, no se eludió nunca el contacto con el pueblo norteamericano y su Cultura. José Martí, nuestro apóstol y héroe nacional, vivió más de quince años en los Estados Unidos, y dejó para las generaciones futuras un conjunto de los más lúcidos análisis sobre los orígenes, conflictos, desarrollo y perspectivas de la nación norteamericana.

Así como nunca fue nuestra guerra de Independencia una guerra contra el pueblo español, víctima también de un sistema colonial putrefacto, la lucha contra el imperialismo norteamericano no significa animadversión alguna contra el pueblo o la cultura norteamericana, u occidental en general. Cuba es probablemente uno de los países del mundo donde se respete, admire y disfrute más de lo mejor del cine norteamericano, incluyendo los filmes más recientes, de su literatura, de los éxitos de sus deportistas, del talento de sus músicos, sus artistas plásticos, sus bailarines. La televisión cubana transmite cada semana no uno, sino varios filmes norteamericanos, incluso más que los que razonablemente transmitiera si fuera yo el programador: No siempre se logra un adecuado balance entre lo nacional y lo extranjero, o entre lo norteamericano y lo europeo. No crea que es fácil; influye mucho el gusto generado por décadas de entrenamiento en lo que también puede considerarse un defecto, o la manifestación de determinado grado de incultura en términos de universalidad.

Después de l959, jamás fue lanzada una piedra contra la embajada norteamericana. ¿Será fácil encontrar otro sitio con este promedio?

Todo lo anterior para hacer comprender que una revolución virtual no llevará necesariamente a un cambio en el modo de pensar del cubano. Del mismo modo que la radio o el cine sobrevivieron a la televisión, que los libros han sobrevivido a la literatura en soporte digital, o que las frutas sobreviven a los refrescos sintéticos, el cubano, que ya vio más que suficientes películas norteamericanas, oyó horas y horas de radio enemiga, recibió el bombardeo de Nike, Adidas y Sony, topa cada día con más y más turistas extranjeros - y con su secuela de drogas y prostitución -, y sufre, como hace 40 años, de escaseces sin fin con motivo del bloqueo estadounidense y de las insuficiencias del Socialismo - porque no hay sistema humano perfecto -, incorporará la revolución virtual del mismo modo que ha incorporado tantas y tantas otras señales de que es imposible vivir en una urna de cristal.

Por ahora, el uso de las computadoras y de INTERNET es básicamente social. Abundan en la producción y los servicios, en la Salud y la Educación, en el Deporte, la Cultura y la Ciencia. Recientemente se concluyó un esfuerzo en virtud del cual cada escuela primaria - no importa si tiene 500 o sólo 3 estudiantes - tiene una computadora para la enseñanza de esta imprescindible técnica. De otro lado, es también cierto que, en el ámbito personal, sólo una parte de la población tiene acceso a ellas; se trata de profesionales, artistas, funcionarios con altas responsabilidades, médicos, científicos, en fin, quienes con su labor contribuyen de una forma u otra al desarrollo del país. Estoy seguro de que más pronto o más tarde esta realidad cambiará. Varias veces se ha demostrado que a la larga el desarrollo se impone, aún dentro de nuestras innumerables escaseces y necesidades.

No es la revolución virtual la que acabará con el Socialismo en Cuba. Desde luego, no significa ello que no haya peligros para el Socialismo y para la Revolución. Ante todo la existencia del imperio yanqui, a quien hemos podido vencer todo este tiempo. Luego la posibilidad, siempre existente, de equivocar el camino cuando condiciones de guerra como las que hemos vivido tanto tiempo terminen - algún día tendrán que terminar, - y las relaciones con los Estados Unidos y el resto del mundo occidental se conviertan en relaciones normales.

Nuestra esperanza está en la identidad y en la Cultura. Volver a caer en manos de los Estados Unidos significaría nuestro fin como pueblo, porque además de la lucha entre dos mundos diferentes, subyace en el Norte la idea, concebida tan tempranamente como l861, de que Cuba es por posición geográfica un estado natural de la Unión Norteamericana.

No por gusto dijo José Martí: “
Un error en Cuba, es un error en América, es un error en la humanidad moderna.”

Confío en que no cometamos ese error.

F í n

Ojalá estos balbuceos te sirvan de algo.

Cariños,

Wilfredo Orlando Jiminéz